MOLUSCO
CONTAGIOSO
El molusco
contagioso es una patología dermatológica no muy conocida entre la población
general, aunque constituye un motivo de consulta frecuente en el ámbito
pediátrico y en dermatología. Se trata de una enfermedad vírica que se presenta
en forma de pápulas, y además es autoinoculable y benigna.
El
agente infeccioso causante es el virus Molluscum
contagiosum, de la familia de los poxvirus, y aunque afecta a
adultos y niños, se observa con más frecuencia en estos últimos, generalmente
en pequeños de entre 2 y 3 años, y en edad escolar.
Este virus se
contagia con facilidad, se transmite por contacto de personas infectadas (piel
con piel), por contagio sexual y a través de objetos contaminados.
Durante el verano, el contagio suele ser más frecuente entre los niños
generalmente por el mayor contacto piel con piel que se propicia al llevar
menos ropa y por el factor humedad a consecuencia del uso de las piscinas
principalmente públicas, que suele producirse durante el periodo estival.
Las lesiones que
aparecen son semiesféricas y suelen presentar un tamaño variado, desde una
cabeza de alfiler hasta un guisante, y una tonalidad similar al de la piel, ya
con un aspecto céreo y blanquecino, ya con un color sonrosado o rojizo. Pueden
aparecer de forma independiente o múltiple, y el dolor y rascado no son
habituales, aunque en más de un 10% de los pacientes aparece con picor o
prurito. De hecho, en este último caso es cuando, al rascarse, se tiende a
favorecer la diseminación.
Se considera que el
periodo de incubación es de entre 3 y 12 semanas. Las lesiones pueden
desaparecer espontáneamente entre los 6 y 48 meses, siendo éste uno de los
motivos por el que se debate si es necesario tratarlas o esperar a que se
curen. Algunos expertos consideran que si se prolongan demasiado en el tiempo
generalmente provocan desazón entre los niños y los cuidadores, y en algunos
casos puede verse afectada su vida escolar y social. Por este motivo, algunos
especialistas consideran que un tratamiento adecuado puede acortar la enfermedad,
disminuir la aparición de moluscos nuevos y la transmisión, además de aumentar
la calidad de vida del afectado.
El tratamiento
suele aplicarse generalmente lesión a lesión, y en la mayoría de los casos
tiende a ser largo y doloroso. Hasta se pueden dar casos de interacciones
medicamentosas si las intervenciones son reiteradas.
Por todo lo
descrito, en el abordaje de estas lesiones los medicamentos homeopáticos se
presentan como una opción de interés en el caso de los moluscos contagiosos.
Entre sus beneficios destacan:
1.
Son fáciles de
tomar
2.
Nos son agresivos
ni dolorosos y no se han descrito efectos adversos asociados a su toma.
3.
Ayudan a evitar
recidivas.
4.
Se puede recurrir a
la homeopatía, bien sólo para tratar las lesiones o como complemente del
legrado en el caso de usar este sistema para el abordaje de las mismas.
Debemos tener en
cuenta que la cuestión de la lucha contra virus es controlar los síntomas (gripe
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En otros artículos de
este blog tenemos la posología y los tratamientos a seguir.
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TENDREMOS QUE ECHAR A LA ENFERMEDAD.